Prosperidad Social reglamenta oficialmente el programa Renta Ciudadana, como parte del Sistema de Transferencias, para atender de manera integral a los hogares que más lo necesitan. El objetivo del programa, que iniciará de manera gradual y progresiva a partir de enero 2024, consiste en contribuir a la superación de la pobreza, promover la movilidad social y fortalecer la economía popular y comunitaria bajo los principios de integralidad, efectividad y eficiencia.

“Como Gobierno Nacional le apostamos a que la gente no dependa de los programas sociales, sino que empiece a generar ingresos, porque un subsidio no saca a nadie de la pobreza”, señaló la directora de Prosperidad Social, Laura Sarabia Torres.

El diseño de Renta Ciudadana tiene como ejes el hogar, el ciclo de vida de cada uno de sus integrantes, y un enfoque de género, discapacidad y diferencial étnico.

LA FOCALIZACIÓN.

Durante la primera etapa de implementación, Prosperidad Social utilizará la información dispuesta por del Departamento Nacional de Planeación, a través del Sisbén vigente, el Registro Social de Hogares y los listados de población indígena construidos por Prosperidad Social.

Prosperidad Social inicia con los hogares con alta carga de cuidado, entre los cuales se encuentran:

  1. Hogares en situación de pobreza extrema, con jefatura monoparental, es decir, un único responsable del hogar, en el que se le dará prioridad a la jefatura femenina, con niños y niñas menores de 6 años, que, según la información registrada en el Registro Social de Hogares, estén clasificados entre los grupos A01 al A05 del SISBÉN IV.
  2. Hogares en pobreza extrema en los que al menos uno de sus integrantes sea una persona con discapacidad, que requiera asistencia personal o cuidado.
  3. Unidad de Intervención indígena, con niñas y niños menores de 6 años, registrados en los listados de población indígena construidos por Prosperidad Social.